El viernes 9 de este mes, a las 15.32 horas, vino a este mundo, Maia Giménez, otra hincha más del rojo, con 3 kilos y medio.
Los nervios y las ansiedades de los papás, Sebastián y Luciana, se hizo esperar, cuando a las 15.14 horas, el médico Fernando Fernández y la pediatra Nayme Dupuy se llevaron a la paciente a la sala de parto.
El papá esperando en el pasillo, a las 15.32 horas escucho los llantos de la nueva integrante de la familia y la pediatra que pedía a gritos, -¡¡Que venga el papá!!, ¡¡Que venga el papá!!. Y ahí nomás, entró para conocer la carita, tocarle la piel suave, sacar gran cantidad de fotos y levantar a su hija y sentir el amor que una pequeña niña, recién venida al mundo.
Después llego los brazos de las abuelas (Mabel y Graciela) babosas y de la tía Jezabel, para después terminar en las manos de la mamá Luciana, que muy dolorida, lloraba de emoción… llorábamos.
¡Bienvenida, Maia!
Por este medio quiero agradecer, a los anestesistas Marcelo Muñoz, Soledad y Martín, a la pediatra Nayme Dupuy y el pediatra García, a las enfermeras de turnos, Daiana Enrique, María Cristina Catan, Delia y Mario, a las cocineras Margarita y Griselda y uno especial, al doctor Fernando Fernández por estos casi 9 meses de aguante, a la Clínica 25 de Septiembre por los dos días de internación de Luciana y Maia y a toda la familia y amigos que nos visitaron de esta ciudad y de Teodelina, a todos, mil gracias.
Sebastián “Geque” Giménez
Luciana Canis
Maia Giménez
Los nervios y las ansiedades de los papás, Sebastián y Luciana, se hizo esperar, cuando a las 15.14 horas, el médico Fernando Fernández y la pediatra Nayme Dupuy se llevaron a la paciente a la sala de parto.
El papá esperando en el pasillo, a las 15.32 horas escucho los llantos de la nueva integrante de la familia y la pediatra que pedía a gritos, -¡¡Que venga el papá!!, ¡¡Que venga el papá!!. Y ahí nomás, entró para conocer la carita, tocarle la piel suave, sacar gran cantidad de fotos y levantar a su hija y sentir el amor que una pequeña niña, recién venida al mundo.
Después llego los brazos de las abuelas (Mabel y Graciela) babosas y de la tía Jezabel, para después terminar en las manos de la mamá Luciana, que muy dolorida, lloraba de emoción… llorábamos.
¡Bienvenida, Maia!
Por este medio quiero agradecer, a los anestesistas Marcelo Muñoz, Soledad y Martín, a la pediatra Nayme Dupuy y el pediatra García, a las enfermeras de turnos, Daiana Enrique, María Cristina Catan, Delia y Mario, a las cocineras Margarita y Griselda y uno especial, al doctor Fernando Fernández por estos casi 9 meses de aguante, a la Clínica 25 de Septiembre por los dos días de internación de Luciana y Maia y a toda la familia y amigos que nos visitaron de esta ciudad y de Teodelina, a todos, mil gracias.
Sebastián “Geque” Giménez
Luciana Canis
Maia Giménez
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